Para el "Tata" Sol.
La Máquina

Es posible que ningún calificativo, le quepa mejor a aquel equipo, que defendió a la institución que se gestó de los ferrocarriles, por el año 1949. 
En el tiempo en que las vaquitas, engordaban tranquilas y los trenes recorrían la República, y la leyenda se escribía a puro sol y carbón...


Plantel de Peñarol 1949, Campeón invicto de la triple Corona.
Formaba con: Cocito (equipier), Hugo, Gonzales, Hirschl (DT), Etchegoyen, Pereyra Natero, Varela, Ortuño
Ghiggia, Hohberg, Míguez, Schaffino y Vidal 

Un par de años entrados en los 40', un proceso de crecimiento tenía lugar en la institución decana, del fútbol uruguayo.

De a poco, estrellas inolvidables, como Homero Fernández, Alberto Nogués, Ernesto Mascheroni, Erebo Zunino, Lorenzo Fernández o Alvaro Gestido habían desaparecido de la escena futbolística. 
También aquella generación formada por Aizcorbi, Galileo Chanes, Braulio Castro, Luis Mata, Oscar Carbone, El Tigre Young, Nenín Anselmo, Santos Iriarte, Enrique Ballestero, Héctor Cazenave, Barradas, Mainardi, Mattozo, Severino Varela, Leónidas, Miguel Angel Lauri, Pedro Lago, Sebastián Guzmán, Oscar Chirimini, Alberto Taboada, Adelaido Camaiti y Rogelio Barrios, se diluía para dar paso, a una camada de jugadores que marcarían a fuego la historia del fútbol uruguayo.
Braulio Castro, delantero de Peñarol de los 30'
Autor del primer gol clásico en el Centenario.- 

 
 

En el año 1943, una etapa negra para la historia, y también para el mirasol, "empezaba a terminar".
Las leyendas del Peñarol de la década anterior, daban escuela a la que se venía, y el primer golpe fuerte, a nivel internacional, lo dá el aurinegro en la cancha de San Lorenzo, derrotando a Independiente.
El ataque, liderado por quien más tarde cruzaría el charco, para convertirse en "la boina fantasma": Severino Varela.
Sin embargo, otro Varela, se sumaba al grupo ese año.
Un jóven proveniente del Montevideo Wanderers, y que había sido Campeón Sudamericano con la selección el año anterior. 
Su nombre: Obdulio Varela.


Uruguay Campeón de América 1942
Agenor Muñiz, Obdulio Varela, Schubert Gambetta, Aníbal Paz, Joaquín Bermúdez y Raúl Rodriguez.
Luis Ernesto Castro, Severino Varela, Aníbal Ciocca, Roberto Porta y Bibiano Zapiraín. 


Los campeonatos uruguayos de 1944 y 1945, fueron obtenidos por Peñarol. Los 2 siguientes por el eterno rival. En el año 44, la figura del golero Máspoli, comenzaba ya a hacerse grande.
En el año 1948, se produce la huelga de futbolistas, y el campeonato queda trunco.
Mientras tanto llegaban a Peñarol 2 estrellas inolvidables, provenientes de la Institución Atlética Sud América. Primero Alcides Ghiggia y luego Oscar Omar Míguez.

Para la reanudación del torneo, Peñarol contaba ya, con la delantera que lo haría notorio ese año de 1949, y que fue denominada "la escuadrilla de la muerte".
Estaba compuesta por: Ghiggia, Hohberg, Míguez, Schiaffino y Vidal.
Hohberg, era argentino de nacimiento, y debutó en 1948, en reserva, en un partido clásico que ganó Peñarol por 3 a 2. A la semana lo hace en primera contra Rampla Juniors, donde el carbonero se impone con 2 anotaciones suyas. Llegó de Rosario Central, luego de un hexagonal en el que también participaron Peñarol y Nacional.
Todos los integrantes de la delantera, fueron titulares mundialistas con Uruguay, en 1950 o 1954.

Juan Eduardo Hohberg
Recordando aquellos años comentaría Ghiggia:
"Peñarol fue todo para mí. Sigo siendo hincha, claro. Nunca podré olvidarme de aquella delantera que hizo furor. Me sirvió como plataforma para integrar el combinado uruguayo. Tuve excelentes compañeros y grandes satisfacciones cada vez que salíamos campeones"... "A Peñarol pasé en 1948. Comencé a jugar en la tercera división especial, pero al poco tiempo empezó la huelga de jugadores y debí esperar. En 1949, el húngaro Hirsch me puso en primera. Tenía 22 años y fue un momento imborrable en mi trayectoria. Ese año, Peñarol hizo tabla rasa con todos sus rivales y no le quedó ni un campeonato por ganar. Salimos invictos en el Honor, en el Competencia y en el Uruguayo. Tuvimos muchísimos goles a favor, y muy pocos en contra . Fue una campaña excepcional".

Juan Alberto Schiaffino en tanto, era un hombre netamente aurinegro. 
Venía de las inferiores y en 1945 fue ascendido, para convertirse en uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.

En 1949 Peñarol perdió un solo partido en todo el año. Fue ante Huracán de Argentina, en un amistoso y de visitante.
Peñarol conquistó invicto 34 puntos de los 36 en juego, ganando así los tres torneos en disputa, con un promedio de goles superior a 3 anotaciones por partido.
En uno de los clásicos de ese año, el del 9 de Octubre, sucedió un hecho histórico. Peñarol ganaba 2 a 0, en el primer tiempo y en Nacional se habían ido expulsados Eusebio Tejera y Walter Gómez quien agredió al árbitro y ello le costó la marginación del mundial de 1950.
Cuando el segundo tiempo debía reanudarse, Nacional no se presentó, y Peñarol dió la vuelta.
Sin duda los albos temían la goleada, ya que se encontraban con 9 hombres, y perdiendo 2 a 0 contra una máquina de fútbol. Ese clásico es conocido como el "del túnel" o "el de la fuga".

Este glorioso equipo fue asimismo, la base del Uruguay Campeón del Mundo de 1950, la hazaña más grandiosa de la historia del fútbol.
Sin duda este equipo desquilibrante creó el ambiente propicio en el club, para comenzar el proceso que se inició a finales de los años 50', terminando en la expansión mundial de Peñarol y pasando por el Quinquenio del 58 al 62, del que figuras como Hohberg y Míguez participaron.

Si hay equipos que marcan un antes y un después, en el caso del fútbol urguayo, y más precisamente en Peñarol, no ha habido una divisoria tan rotunda, como la que marcó La Máquina del 49.
En ese mismo año se imprimió un poster, con las caras de los campeones, que tiene una leyenda profética, impresa en su parte inferior que reza:


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